Sierra Brava es el ejemplo del típico embalse extremeño de orillas suaves, aguas limpias con vegetación sumergida, y una peculiaridad que lo hace diferente al resto como es su juventud, con apenas 15 años de existencia.
Fue creado en el año 1.996 y como fin principal tiene el abastecimiento de agua a los regadíos de arroz y maíz que rodean la zona.
Tiene una capacidad total de 233hm3, y una superficie de 1.650ha, cubriendo el agua amplias zonas de dehesa.
Las especies más interesantes para la pesca deportiva son los black-bass, lucios y por supuesto la carpa.
Tomando como referencia una pequeña isla situada equidistante entre la presa y la zona alta del embalse, observamos que las orillas, sin variar su pertinaz planicie, sí comienzan a verse salpicadas de majestuosas encinas que rompen esa tediosa uniformidad del embalse.
Según avanzamos hacia la cabecera del embalse, la pendiente y las encinas van en progresivo aumento hasta llegar éstas últimas a dificultar nuestro normal deambular por las orillas.
Después de pasar una zona donde el embalse se estrecha de forma alarmante, descubriremos otra de características muy similares a la anteriormente descrita, pero con el agua muy turbia y profundidad escasa (de 2 a 5 metros). Aquí los juveniles de varias especies se hacen notar, sobre todo black bass y pez sol. Unos metros más adelante ya resulta imposible continuar en nuestro avance: estamos en el arroyo Pizarroso.
Cada vez que vayamos de pesca, encontraremos rincones y sensaciones que no habíamos descubierto. Por supuesto, el encanto y el protagonismo de este maravilloso entorno se lo damos de nuevo a la "reina del agua": la carpa.
Pedazo de maquinas estais hechos perfectamente detallado!!
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